Alrededor de 5.000 fieles musulmanes melillenses, según las estimaciones de la Comisión Islámica de Melilla (CIM) acudieron este domingo al primer rezo colectivo que la comunidad islámica celebra en el centro de la ciudad con motivo del Aid El Kebir o Pascua del Sacrificio. Era, además, el primero que se celebra con motivo de la Pascua Grande musulmana desde que comenzó la pandemia, ya que el último fue en 2019, si bien este año, el pasado 2 de mayo, hubo otro rezo colectivo por el Aid El Fitr, la pascua con la que se conmemora el final del mes sagrado de Ramadán.
La Plaza Multifuncional de San Lorenzo, en una zona acotada de 6.000 metros cuadrados, acogió este rezo colectivo al que empezaron a acudir familias enteras desde primera hora de la mañana, muchos con bastante antelación al inicio del rezo, que estaba programado a las nueve de la mañana.
Allí se encontraron con una plaza engalanada y con un amplio despliegue habilitado por la Ciudad Autónoma, que facilitó el desplazamiento en transporte público con cuatro líneas de autobuses desde diferentes barrios, y también taxis gratuitos para personas con movilidad reducida. Todo ello para evitar un caos circulatorio, algo que se consiguió pese a que muchos optaron finalmente por acudir en su vehículo particular, aprovechando que había varias zonas de estacionamiento disponibles.
De hecho, la Ciudad Autónoma también permitió el uso del parking de Isla Talleres sin ningún coste para los usuarios durante la mañana del día de Pascua, el primero en el que Melilla ha acogido este importante rezo en el centro.
Se notaba en el ambiente que era un día histórico. Muchos fieles no ocultaron su satisfacción al llegar a la Plaza Multifuncional y comentar con sus allegados y conocidos que la diferencia del lugar, en comparación con el anterior, era abismal. Y no solo por la belleza del lugar, sino, sobre todo, porque llegar hasta allí les había resultado mucho más fácil que otros años.
Y es que, hasta ahora, este rezo colectivo se llevaba a cabo en el campo de fútbol de la zona alta del barrio de Cabrerizas, prácticamente fuera del casco urbano, un lugar con un solo acceso que provocaba no pocos problemas de movilidad para las miles de personas que se congregan en esta importante ceremonia con la que comienza la Pascua.
Ni siquiera el sol y el calor, que empezaron a apretar desde muy temprano, consiguieron emborronar la alegría de los musulmanes que acudieron al rezo. Algunos, de hecho, ya iban preparados con un paraguas para conseguir algo de sombra. Otros utilizaron una alfombra.
Los botellines de agua bien fresquita que repartieron los operarios en las diferentes entradas a la zona del rezo ayudaron a mitigar esas altas temperaturas en una Plaza Multifuncional muy colorida por los colores de las chilabas que estrenaban muchos de quienes acudieron a rezar. Una señal más de que ayer era un auténtico día de fiesta para miles de melillenses.
Un rezo sobre el significado del sacrificio y la convivencia
El imam que dirigió el rezo se refirió, fundamentalmente, a la conmemoración de esta festividad para los musulmanes, lo que significa el sacrificio y la necesidad de que tratarse entre las personas con paz, amor, entendimiento y tolerancia.
En definitiva, “normas de comportamiento básicas que, en un día festivo como este, deben ser al máximo” y una “buena relación en la comunidad en general, y también con quienes no son musulmanes.