La Comunidad Musulmana de Sant Pere i Sant Pau ofreció ayer por la noche una cena a ambas asociaciones de vecinos del barrio con motivo del Ramadán, con la participación también del alcalde, Pau Ricomà, y la concejala de Nueva Ciutadania, Paula Varas. El acto se hizo al aire libre, en la plaza de la Sardana, y los asistentes coincidieron en que se trataba de una manera de visibilizar la integración de este colectivo en las actividades de esta zona del norte de la ciudad.
La cena que, cada día, rompe el ayuno del Ramadán, que tradicionalmente se observa durante toda la jornada, se llama iftar. No se puede llevar a cabo hasta después de que se haya puesto el sol, y es costumbre que empiece con un dátil. También es costumbre que se realice de manera comunitaria, reuniendo gente en torno a la celebración, una de las principales de la religión islámica. Este es el tipo de comida a la cual los musulmanes de Sant Pere y Sant Pau invitaron a sus vecinos.
El presidente de la Comunidad Musulmana de Sant Pere i Sant Pau, Mounaim Boutahaer, indicó que «nosotros ya hacía tiempo que queríamos hacer alguna cosa, pero vino la pandemia y hemos tenido que estar dos años sin actos en la calle». Ahora piensa que «nuestro objetivo es compartir el día a día del Ramadán y fomentar la convivencia y la integración, tanto en Sant Pere i Sant Pau como en Tarragona». Boutahaer afirmaba, por otra parte, que la polémica que hubo hace tiempo por la apertura de un centro cultural ha desaparecido, una vez todo el mundo ha podido comprobar la ausencia de problemas.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Pere i Sant Pau, Lluís Trinitat, indicó que su entidad «respeta y da apoyo» a la iniciativa de los musulmanes, porque cree que es una manera para favorecer la integración del barrio, ya que «los musulmanes tienen que poder celebrar fiestas en la calle como todo el mundo. Ellos también son vecinos del barrio».
El presidente de la Asociación La Unión, Gabriel Muniesa, por su parte, se pronunció en términos muy similares, ya que «el barrio es de todo el mundo, y por lo tanto también es suyo. Hacer esta cena es muy buena idea, y así nos podemos conocer mejor». Muniesa también se refirió a las antiguas polémicas que han desaparecido con la apertura del centro cultural, remarcando que era importante que todos pusieran de su parte para evitar malentendidos entre los diversos vecinos.