La comunidad islámica de Miajadas inauguró ayer su primera mezquita, donde realizarán sus rezos y diversas actividades futuras, abierta a todo aquel que lo desee.
El evento contó con Adel Najjar, presidente de la Unión de las Comunidades Islámicas de Extremadura, Salah El Fadely, presidente de la asociación de Miajadas, el vicepresidente Abderrazak Chaoui y miembros de la asociación, además de la asistencia de Isabel Ruiz, vicepresidenta segunda de la Diputación de Cáceres y concejala de la Mujer e Igualdad, y Mª Teresa Gil, concejala delegada de Servicios e Infraestructuras municipales.
La inauguración comenzó ofreciendo, como es tradición, un vasito de leche, un dátil, y un té marroquí a los asistentes.
Tras ello, tomó la palabra Salah El Fadely, para explicar qué tipo de actividades van a realizar en la mezquita, además de las oraciones: «Nuestra intención es dar clases de árabe también a los niños para que no pierdan el idioma después de tantos años aquí. También queremos hacer distintas actividades como fiestas culturales con comida típica. Ahora estamos empezando y esperemos que salga bien». El presidente de la asociación miajadeña aclaró que las puertas de la mezquita están abiertas a todo el mundo, musulmanes y no musulmanes.
Adel Najjar expresó la voluntad de abrir una ventana a la convivencia con la apertura de cada mezquita, puesto que entienden que una mezquita no sólo es un lugar para orar y acoger actividades religiosas, sino también un lugar para atender a sus vecinos.
«Hoy estamos aquí tras llegar desde nuestras tierras, pero nuestros hijos han nacido aquí, y en los colegios sus compañeros no se llaman Hassan o Ali, sino Álvaro, Marta o Isabel. Quiero decir, que nosotros aquí oramos, pero cuando salimos a la calle nos encontramos con nuestros vecinos. Por eso siempre tenemos que pensar en el respeto y derribar todo lo que nos puede aislar o separar. Todos somos iguales y hay que trabajar por la ciudad y la sociedad en la que estamos», muestra el presidente de la Comunidad Islámica en Extremadura.
Son 20.000 musulmanes en la región, pero más del 50% son nacionalizados en España. Por lo que piden trabajar por la complementación y derribar las posibles barreras que pueda haber, cumpliendo con sus obligaciones y derechos del mismo modo que el resto. Al mismo tiempo, Najjar alegó que son conscientes de que es una asignatura pendiente demostrar el valor de la mujer, puesto que sin ella no pueden avanzar.
Por su parte, la concejala de Igualdad y vicepresidenta segunda de la Diputación, Isabel Ruiz, recogió las palabras ‘respeto y convivencia’, que deben ser la base para cualquier ciudadanía y la integración de dos culturas tan diferentes, sobre todo en una localidad como es Miajadas que cada día es más plural: «Compartamos esas tradiciones, esos ritos, siempre con ese respeto y el esfuerzo de todos. Esa es la cuestión para que la convivencia fluya y poder ser cada día una comunidad más unida en todos los sentidos».
Después de este intercambio de intenciones, la asociación ofreció a los asistentes un trocito de su cultura y de su gastronomía, como primer paso de esta unión más plural.
Y es que la integración de la comunidad musulmana con los vecinos de Miajadas es un hecho. Una prueba son Saida y Juan, quienes tienen un hijo en común y cuyo amor llevó a este miajadeño a convertirse al Islam hace poquitos años. Tras visitar en varias ocasiones a la familia de ésta, comprobó que le gustaba su cultura, su forma de vivir sencilla y sin ostentaciones, y su forma de ser. Así que pensó «¿Por qué no?», y decidió darle a ella esta sorpresa de amor.