El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, se pronunció ayer sobre la petición realizada por parte de las asociaciones de musulmanes de El Ejido de poder contar con un cementerio propio en el municipio o al menos de una zona en alguno de los cementerios municipales existentes. Y es que la provincia de Almería es la única provincia andaluza que no cuenta con cementerio musulmán, pese a que un tercio de la población empadronada en El Ejido es musulmana, lo que convierte este municipio del Poniente almeriense en el primer municipio de Andalucía y el quinto de España en importancia numérica de miembros de la comunidad islámica.
El máximo responsable municipal evitó pronunciarse sobre esta opción pero sí planteó la preferencia por crear uno comarcal o provincial.
«Lo hemos comentado en varias ocasiones, sobre todo con motivo de los encuentros que tuvimos con motivo del Plan de Contingencia que hicimos el verano pasado, orientado a la población de origen inmigrante sobre covid, que además tuvimos muchísima colaboración por parte de todo el colectivo», recordó Góngora, quien se mostró partidario de «buscar una ubicación o comarcal o provincial. Implicarnos el conjunto de administraciones para buscar esa ubicación que pudiera estar en un punto equidistante a nivel provincial o comarcal. Esa es mi opinión como alcalde, porque hay que destinar medios y partidas presupuestarias y creo que sería una buena solución», indicó el primer edil.
En cuanto al tiempo que se podría tardar en habilitar una zona en un cementerio municipal o crear un cementerio musulmán municipal o hacerlo a nivel comarcal, el alcalde de El Ejido defendió que «tardaría el mismo tiempo que si cada ayuntamiento se pone a trabajar en ese tema y yo creo que puede ser algo ágil buscar ese suelo, tomar esa decisión y buscar financiación», al tiempo que añadió que «incluso desde la administración autonómica y provincial podrían implicarse en su financiación, además de los distintos ayuntamientos».
Mientras la comunidad musulmana ejidense obtiene una solución a su petición, siguen viéndose abocados a enterrar a sus seres queridos en Fuengirola o Valencia, o repatriarlos.