Comienza Ramadán para los 15.000 musulmanes de Tenerife

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Unos 15.000 musulmanes que residen en Tenerife, la gran mayoría en el Sur, celebran desde hoy el Ramadán, el mes sagrado de la religión islámica, en el que los adultos sanos se abstienen de comer, beber, fumar, mantener relaciones sexuales o cometer cualquier acto considerado inmoral desde la salida a la puesta de sol.

Además de la abstinencia, a partir de hoy y hasta el 12 de mayo, los fieles aumentan el tiempo dedicado a la oración y a realizar actividades caritativas, aunque la pandemia condicionará la celebración. Las restricciones sanitarias vigentes, incluido el toque de queda a las 10 de la noche, limitarán los actos religiosos en los próximos 30 días.

“Es un ramadán atípico, como ya lo fue el año pasado. Estamos en una pandemia, hay una crisis económica y social y el ambiente no es el mismo”, señaló a este periódico Ahmed Embarec, presidente de la Comunidad Musulmana de Granadilla de Abona, que recordó que el toque de queda obliga a recortar ritos como la oración de noche (Tahjoud), que se realiza todo el año, además del rezo posterior exclusivo del Ramadán (Tarawih).

Este saharaui residente en San Isidro subrayó también las medidas que ha puesto en marcha la comunidad para evitar posibles contagios, entre ellas la separación entre los fieles para el rezo y el control de acceso en las mezquitas (existen diez en el Sur) hasta un tercio de su aforo. “Ni siquiera damos dátiles ni agua para romper el ayuno, cada uno trae lo suyo por razones higiénicas y sanitarias”, puntualizó.

El Consejo Rector de la Federación Islámica de Canarias ha emitido un comunicado en el que llama a la “responsabilidad colectiva e individual” para respetar las restricciones y pide mantener las distancias, usar las mascarillas y cumplir con las normas de higiene. Además, en el escrito se recuerda que “todas las mezquitas en Tenerife deben estar cerradas antes de las 22.00 horas”.

Algunos musulmanes con los que contactó este periódico subrayaron los beneficios sociales y sobre la salud individual que aporta el Ramadán. “Cuando no comes durante el día sientes el hambre de los pobres, te pones en su lugar y eso aumenta la voluntad de ayudar”, manifestaron.

Por otra parte, el desplome del turismo y sus consecuencias sobre las economías familiares está obligando a muchos musulmanes residentes en el Sur a hacer las maletas. Si antes de la pandemia, el número de integrantes de esta comunidad superaba los 20.000 en la Isla, actualmente la cifra ha descendido hasta los 15.000. “Unos han retornado a sus países y otros han emigrado al continente europeo”, aclaró el líder musulmán en Granadilla, que explicó el efecto dominó sobre la hostelería, el comercio y la construcción.

“La mayoría de quienes se quedan sin trabajo se va, porque muchos tienen que enviar dinero a sus familias y la caída del turismo ha hecho mucho daño”, sostiene Embarec. Por eso, lanza un ruego: “El deseo de los musulmanes que vivimos en Tenerife es que acabe cuando antes el coronavirus, que avance la vacunación y que vuelva cuanto antes la normalidad”.

El periodo marcado por la predisposición a la “misericordia, caridad y perdón” que se inicia hoy finalizará con la celebración dentro de 30 días del Eid al-Fitr (Fiesta del Fin del Ayuno), en la que se elaboran platos tradicionales para compartir con los más allegados, se hacen regalos, se usa ropa nueva y se decoran las casas.

Fuentediariodeavisos.elespanol.com
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