
En 2021 se cumplen 41 años
de la aprobación de la actual Ley de Libertad Religiosa en
España. Una norma aprobada al albur de los Acuerdos Iglesia-Estado
de 1979, negociados y aprobados a la par que la Constitución del 78,
y con una realidad religiosa en la que el ‘ser católico’ ocupaba la
práctica totalidad del espacio en nuestro país.
Cuarenta
años después, las cosas han cambiado. Y mucho. La católica sigue
siendo la confesión religiosa mayoritaria, pero los datos son
tozudos, y muestran cómo, hoy por hoy, en España ya hay más
agnósticos y ateos que católicos practicantes. Cerca de un 60%
sigue considerándose católico, con todo, aunque la presencia de
otras religiones, y sus reivindicaciones, cada vez son mayores. En
España ya no se puede obviar la presencia, estable, de evangélicos,
musulmanes, judíos, ortodoxos o budistas.
Precisamente, ese
es uno de los objetivos de la futura Ley de Libertad de Conciencia,
que la vicepresidenta primera Carmen Calvo espera tener preparada a
lo largo de este año. Tal y como ha podido saber RD, el departamento
dirigido por la ministra de la Presidencia se ha marcado
como principales objetivos para este año 2021 «la
aprobación de la Ley de Memoria Democrática y empezar a trabajar en
la Ley sobre Libertad de Conciencia».
Normalización
de la diversidad religiosa y de la laicidad
Fuentes del
departamento han confirmado a RD que «estamos empezando los
trabajos» para elaborar una normativa que habrá de cambiar
la cara al modo en que se establecen las relaciones entre un Estado
laico y las diferentes formas de entender la religiosidad y la
espiritualidad en nuestro país, en un momento en el que se avecinan
tiempos difíciles por cuestiones relacionadas con la conciencias,
como podría ser el aborto y, especialmente, la eutanasia. De ahí
que la futura ley no lleve el nombre de Libertad Religiosa, sino
‘Libertad de Conciencia’, un concepto mucho más amplio que rebasa lo
estrictamente confesional.
Parte del trabajo inicial se ha
llevado a cabo durante el último trimestre del año, cuando Calvo
recibió a los representantes de todas las confesiones religiosas con
presencia en nuestro país, que responde, a su juicio, «a
la determinación del Gobierno en la normalización de la
diversidad religiosa y el reconocimiento de las
minorías.
Recuperar la ley que impulsó Zapatero
La
futura ley tendrá como base el proyecto de ley trabajado por el
Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y que quedó
aparcado a finales de 2010, en un momento en el que la presión de
los obispos, comandados por Rouco Varela, era muy fuerte, después de
una legislatura con manifestaciones en la calle que algunos están
queriendo retomar en esta nueva etapa de Gobierno de coalición
PSOE-Unidas Podemos.
La visita de Benedicto XVI a Barcelona y
Santiago de Compostela frenó la aprobación de una norma que, como
ley orgánica, precisaba de una mayoría con la que el Ejecutivo de
entonces no contaba. ¿Y el actual? Como decíamos, las cosas han
cambiado. ¿Tanto? Veremos.