Con respecto a la fase de desescalada
iniciada en España en relación a las medidas restrictivas sobre el
coronavirus, la CIE ha publicado un comunicado que afirma lo
siguiente:
El pasado 28 de abril del 2020, el Consejo de
Ministros aprobó el «Plan para la transición hacia una nueva
normalidad», que inicia los pasos del fin del confinamiento, y
plantea una serie de medidas de desescalada para avanzar hacia la
“nueva normalidad”.
De acuerdo con este Plan, en la fase 1
o inicial del mismo, que en principio comenzará el próximo 11 de
mayo, se podrán abrir los lugares de culto limitando su aforo a un
tercio de su capacidad, y a partir de la fase 2 o intermedia, que
llegará en fechas distintas dependiendo de la provincia en la que
nos encontremos, los lugares de culto deberán limitar su aforo al
50%.
En el momento en que se aprueba este Plan, los
musulmanes nos encontramos en el mes del ayuno de Ramadán. La
comunidad musulmana es consciente de las características especiales
que tiene el culto islámico en las mezquitas, sobre todo en Ramadán.
En este mes bendito, los fieles acudimos en gran número a las
mezquitas para realizar la oración del Tarawih, para la ruptura del
ayuno colectiva, para acudir a sermones y charlas religiosas, y en
general nuestras mezquitas se llenan de fieles en todas las
oraciones.
Creemos además que las mezquitas necesitarán más
tiempo para recibir toda la información y organizarse para controlar
el acceso y verificar el cumplimiento de las normas del Ministerio de
Sanidad, la colocación de geles desinfectantes, preparar los
oratorios de acuerdo con las distancias de seguridad recomendadas y
evitar aglomeraciones a la entrada y salida.
Además hasta
ahora han estado cerradas, y necesitarán tiempo para la desinfección
de sus dependencias y adaptación a la nueva normalidad. Y por otro
lado los fieles musulmanes que acudan a las mezquitas deben ser
informados previamente de todo este proceso, como son las
restricciones y condiciones de acceso, las distancias que deben
mantenerse, la necesidad de acudir cada uno con su alfombrilla, el
uso de los baños para realizar las abluciones, el uso de los libros
que hay en los oratorios, o la necesidad de limitar los saludos con
las manos y abrazos para evitar focos de contagio.
Todo lo
señalado anteriormente dificulta enormemente la vuelta a la
normalidad de las mezquitas en pleno mes de Ramadán teniendo que
limitar el aforo de las mezquitas a un 30 o a un 50% de su
capacidad.
Por todo lo anterior, la Comisión Islámica de
España recomienda:
1. La suspensión de aquellas actividades
religiosas que implican aglomeración, como las cinco oraciones
diarias, la oración del viernes, iftar, oración del tarawih,
actividades educativas en grupo, charlas, etc. hasta la llegada de la
fase 3 o avanzada, que comenzaría previsiblemente a partir del 10 de
junio de 2020.
2. Por estas mismas razones recomendamos
también la suspensión de la oración comunitaria de Id Al-Fitr de
este año. Por otro lado, desde la Comisión Islámica de España
queremos agradecer el esfuerzo del conjunto de la sociedad, y los
musulmanes somos parte de ella, gracias al cual hemos podido iniciar
esta fase de desescalada, aprovechando también para agradecer el
esfuerzo de todas las personas en los 3 distintos sectores que han
trabajado y trabajan incansablemente, tanto en la sanidad como en
otros servicios esenciales, para el sostenimiento de la vida
cotidiana.
Igualmente agradecemos el esfuerzo de las
comunidades islámicas que en estos difíciles momentos han
colaborado en actividades sociales en beneficio de los menos
favorecidos, conscientes de su responsabilidad en velar por el
interés común.
Desde la CIE queremos manifestar nuestra
tristeza por los efectos devastadores de esta pandemia, a nivel
social, económico, y en vidas humanas, por eso nos solidarizamos con
todas las víctimas, y nuestro deseo es que los enfermos se recuperen
y sanen, y que los fallecidos descansen en paz.
Finalmente
hacemos un llamamiento a los musulmanes a seguir cumpliendo con
responsabilidad las reglas del confinamiento social y la desescalada,
protegiendo así sus vidas y salvaguardando a la sociedad.