La planta de Nestlé en la ciudad extremeña de Mérida ha empezado a producir una gama de tres salsas especiadas y envasadas en vidrio que cuentan con la certificación Halal, elaboradas de acuerdo a los preceptos de la religión musulmana, y que servirán de fondo culinario para cocinar platos étnicos.
De momento, se comercializarán en mercados de Oriente Próximo como Arabia Saudí, Qatar o Dubái, entre otros, aunque ya se está trabajando en nuevas gamas con sabores pensados, por ejemplo, para países europeos, indicó ayer la compañía.
Hasta el momento, la planta cacereña elaboraba su amplia variedad de salsas con el tomate extremeño como ingrediente principal, por lo que ahora es la primera vez que produce una gama completa de producto en la que el ingrediente protagonista es una combinación de especias en lugar de tomate.