Líderes religiosos de todo el mundo han reclamado esta martes en Madrid nuevos caminos de paz que obvien las fronteras y que los ciudadanos del mundo no se escondan detrás «de un muro de indiferencias» ante las guerras, el terrorismo o los millones de niños que mueren cada año por falta de atención médica.
Lo han hecho en el «Mensaje de paz» que han firmado durante la ceremonia de clausura de la 33 edición del Encuentro Internacional «Paz sin Fronteras», promovido por la Comunidad de Sant’Egidio y la Archidiócesis de Madrid, que ha tenido lugar frente a la Catedral de la Almudena.
Esta edición, que comenzó el pasado 15 de septiembre, ha reunido a más de 300 líderes religiosos y expertos internacionales en distintos ámbitos de más de 80 países y ha contado con 27 mesas redondas sobre temas diversos como migraciones, prevención de conflictos, medioambiente, construcción de la paz, racismo y xenofobia, mujer, o infancia, entre otros.
El acto de clausura ha estado precedido por la «oración por la paz» en la que líderes de las principales religiones han celebrado sus respectivas ceremonias en distintos lugares de la capital cercanos a la catedral: los cristianos en La Almudena, los musulmanes en la catedral castrense, los judíos en la casa Sefarad, los budistas en la Archidiócesis de Madrid, y los seguidores de la religión japonesa Tenrikyo en los patios del acuartelamiento San Nicolás.
Posteriormente, se han unido todos los representantes religiosos participantes en la entrada de la plaza, donde se encuentra la catedral, mientras repicaban las campanas del templo y han subido al escenario de la ceremonia entre aplausos de los asistentes.
Yaiza Rubio, una voluntaria de la Comunidad de Sant’Egidio de Madrid, ha sido la encargada de leer el «Llamamiento de paz» en el que líderes de las principales religiones han mostrado su preocupación por las futuras generaciones al ver cómo se consume «el único planeta de todos como si fuera solo de algunos» y han apostado por el diálogo y la cooperación para afrontar los grandes problemas mundiales.
Asimismo, han abogado por «nuevos caminos paz» y han recordado el «lamento silencioso y el grito» de aquellos que están excluidos del bienestar en las guerras, en tierras donde ya no crece nada».
En el documento, que han firmado todos los participantes de las jornadas, han destacado la «necesidad profunda» de que exista una paz «sin fronteras» y han expresado su convencimiento de que es posible.
Entre firmantes se encuentran el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Gualtiero Bassetti, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, el gran imán de la mezquita de Lahore (Pakistán), Muhammad Abdul Khabir, o el rabino jefe de Bruselas, Albert Guigui, entre otros.
«Pedimos a todos, a los responsables políticos, a los más ricos del mundo a los hombres y mujeres de buena voluntad, que proporcionen los recursos necesarios para evitar que millones de niños mueran cada año por falta de atención médica y para poder mandar a la escuela a millones de niños que hoy no pueden ir», han reclamado.
Han subrayado que «quien usa el nombre de Dios para justificar la guerra, la violencia y el terrorismo profana el nombre de Dios» y han lanzado un mensaje: «¡No nos escondamos detrás de un muro de indiferencia!».
En el acto, también ha tomado la palabra Osoro, para asegurar que durante los días que ha durado el encuentro «hemos vivido y nos hemos animado a no ser islas, a no sembrar prejuicios, enemistades o condenas»: «Hemos querido sembrar semillas de paz. Salimos de aquí con un título de ‘sembradores de paz'», ha apostillado.
Al igual que el presidente de la Comunidad de Sant’Egidio, Marco Impagliazzo, quien ha resaltado que en este encuentro no han rezado los unos contra los otros sino que lo han hecho para que «llegue la paz, una paz por encima de las fronteras».
«Que los hombres y mujeres de religión asuman la tarea histórica y profética de romper las barreras y unir el mundo», ha dicho Impagliazzo, quien ha anunciado que el encuentro que tendrá lugar en octubre del próximo año será en Roma.
También ha intervenido el sacerdote católico y activista mexicano Alejandro Solalinde para apuntar que la migración es hoy «el principal signo de los tiempos» y que los migrantes avisan de que algo del mundo ya se destruyó en los lugares de origen y que hay que buscar condiciones de vida integral, igualitaria e incluyente».
Los representantes de las principales religiones han guardado un minuto de silencio por las personas que sufren la guerra, el terrorismo y la violencia en el mundo tras lo que numerosos niños han subido al escenario con una copia del «Llamamiento de paz».
En los momentos finales de la ceremonia los líderes religiosos han sellado su compromiso por la paz sin fronteras encendiendo velas.
Encuentro religioso en Madrid aboga por la paz en el mundo y justicia para los pueblos
Líderes religiosos de todo el mundo han reclamado esta martes en Madrid nuevos caminos de paz que obvien las fronteras y justicia social