Bienvenidos a la Tierra del Sol Naciente, que, además de promover la industria halal, multiplica las delicadas atenciones para hacer de su estancia un tiempo encantador para los turistas musulmanes, que, desde donde sea que vengan, se convierten en invitados mimados por Tokio y su industria turística.
Mientras que los Juegos Olímpicos de 2020, se vislumbran en el horizonte, Japón, que espera impulsar su economía a través de la organización del evento más grande del mundo deportivo, ha desarrollado una serie de ideas, que compiten en originalidad y creatividad, para atraer a una clientela diversa.
Así, en Kyoto, la antigua capital de Japón, apreciada por sus suntuosos palacios imperiales, sus fascinantes jardines y sus numerosos templos budistas y santuarios sintoístas, las tiendas de kimonos ofrecen a los visitantes musulmanes, en estrecha colaboración con la oficina de turismo local, alquilar o comprar un kimono con su hijab «wagara» a juego.
El portavoz de Yumeyakata, una de las joyas nacionales de la fabricación tradicional de kimonos, está convencido: estos hiyabs adornados con un estilo típicamente japonesa, tienen todo lo necesario para seducir a los turistas musulmanes, que podrán lucirlos con un kimono igual de adecuado.
Todo lo que tienen que hacer es doblar todo cuidadosamente (kimono y hijab) en sus maletas, para guardar un recuerdo inolvidable de sus vacaciones. Y para que los hermosos colores de su memoria no se desvanezcan, tal vez incluso quieran regresar a un Japón acogedor y encantador.
En cualquier caso, Kioto es una apuesta colorida y sus tiendas de kimonos son una delicia para los ojos.