A casi dos años de las elecciones parlamentarias en Myanmar, el grupo de Facebook decidió hacer su mea culpa por su gran responsabilidad en la propagación del discurso de odio contra los rohingya, después de la publicación el lunes 5 de noviembre de los resultados de un informe realizado por una ONG independiente y encargada por el propio Facebook.
La ONU, que describió las masacres y persecuciones de los rohingya como una “limpieza étnica”, planteó en marzo la importante contribución de las redes sociales, y Facebook en particular, en actos definidos como “crímenes de lesa humanidad”.
La ONU señaló que las plataformas digitales (Facebook, Whatsapp, Instagram y Messenger) representaron un marco ideal para que los líderes políticos de Myanmar difundieran masiva y rápidamente las tesis y los puntos de vista que fomentan el odio contra los rohingya.
“El informe concluye que antes de este año, no estábamos haciendo lo suficiente para evitar que nuestra plataforma se usara para dividir e incitar a la violencia fuera de la red. Estamos de acuerdo en que podemos y debemos hacer más”, dijo Alex Warofka, jefe de libertad de expresión en Facebook.