La actriz australiana y embajadora de Buena Voluntad de la ONU, Cate Blanchett, ha adoptado como suya la causa de los musulmanes rohingya, que han sufrido un genocidio y expulsiones masivas de Myanmar.
Ella habló de varios casos de víctimas Rohingya de atrocidades durante una reunión del Consejo de Seguridad, y recordó la importancia de una mayor movilización internacional contra el gran sufrimiento de esta minoría.