Los musulmanes de Turquía, al igual que el resto en todo el mundo, comenzaron el mes sagrado de Ramadán en el que realizarán un ayuno voluntario de comida y bebida durante las horas del día.
Ramadán es el noveno mes del calendario lunar islámico, y durante sus 30 días los creyentes se abstendrán de comer, beber, fumar y tener relaciones sexuales desde el desayuno, antes del amanecer, hasta cena del iftar, una vez que se pone el sol.
El ayuno es uno de los cinco deberes religiosos fundamentales del Islam y a lo largo de todo el mes se insta a los musulmanes a realizar oraciones adicionales, dar limosnas a los pobres y abstenerse de la mala conducta.
En Turquía, todos los ayuntamientos organizan comidas del iftar públicas y gratuitas, además de actividades lúdicas durante la noche para adultos y niños.
Además, las fundaciones caritativas y las principales agencias de ayuda de Turquía destinan importantes recursos para ayudar a los sectores más desfavorecidos, tanto dentro del país como en el extranjero.
El jefe de la Media Luna Roja de Turquía, Kerem Kinik, informó del envío de ayuda y personal voluntario para atender ‘a 10 millones de personas necesitadas en 30 países de todo el mundo, incluyendo Turquía’, centrándose especialmente en África durante el Ramadán.
Por su parte, el viceprimer ministro Hakan Cavusoglu, señaló ayer el objetivo de alimentar a 100 mil palestinos de la sitiada Franja de Gaza a través de la Agencia de Cooperación y Coordinación Internacional de Turquía (TIKA), destinando para ello un presupuesto de un millón de dólares.