
Si hay una oración musulmana que ha llamado la atención últimamente, captando la atención de millones de usuarios de Internet en las redes sociales, es la realizada en Dubai por Andrew Tate, de 36 años, el muy popular kickboxer británico-estadounidense.
Frente al lente de una cámara, el campeón de los cuadriláteros de boxeo multicapa, al mismo tiempo tricampeón mundial ISKA (International Sport Kickboxing Association), comentarista deportivo y exitoso hombre de negocios, cumplió con su deber religioso dentro de los límites de una mezquita, realizando escrupulosamente el ritual islámico que le enseñó un pariente: el ex campeón de artes marciales mixtas, Tam Khan.
La escena es la evidencia fotográfica de la conversión al Islam del influyente, aunque controvertido, Andrew Tate, lo que confirma el persistente rumor que circulaba desde hace tiempo.
Anticipándose a las críticas que probablemente surgirían de todos lados, incluso a las dudas sobre la sinceridad de su fe en Al-lah que podrían asaltar a más de uno Tam Khan tomó medidas preventivas para defender a su amigo y nuevo hermano en la fe:
“Conozco personalmente a Andrew y, mashallah, puedo testificar que su amor por el islam es genuino y real”, escribió.