El legado árabe en la arquitectura de la ciudad cubana de Camagüey

En Camagüey, que está entre las urbes patrimoniales cubanas, las nociones arquitectónicas musulmanas se integran en su amplio eclecticismo cultural que la siitúan hoy entre los destinos más interesantes para el turismo de ciudad en el país.

Y aunque a decir del estudioso profesor titular de la Universidad de Camagüey, Henry Mazorra, no podríamos hablar de una producción arquitectónica fomentada por árabes naturales en la región, el legado del mundo musulmán ‘está presente en nuestro entorno construido como un componente más en esa miscelánea que nos distingue’ .

Fundada en febrero de 1514, la Villa del Puerto del Príncipe, una de las primeras cimentadas por los ibéricos en el Caribe, estuvo marcada precisamente por la esencia intrínseca que había sido legada en siglos pasados por la cultura musulmana particularmente en Andalucía, España, y que luego llegaría a los predios camagüeyanos.

Fue el mudéjar, calificativo de un estilo arquitectónico, simbiosis que se produjo en el periodo medieval español entre los conceptos cristianos y la manera musulmana de construir, traído por albañiles, carpinteros y maestros de obras notablemente influenciados por esta tendencia.

Los profesionales procedentes del continente europeo, dedicados a la edificación de espacios urbanos, aprovecharon materiales como el barro y la arcilla de Camagüey para potenciarla en las edificaciones.

‘Esta tendencia constructiva resulta notoria en la arquitectura cubana, y en Camagüey forma parte del patrimonio inmueble erigido en el periodo colonial’, a decir de Mazorra en su artículo La presencia árabe en la arquitectura camagüeyana.

A base del ladrillo, la principal materia prima de la arquitectura mudéjar, se construyeron los diversos elementos como la variedad de aleros construidos en el periodo colonial que ‘muestra esa maestría de los constructores musulmanes para trabajarlo’, apunta Mazorra.

En la actualidad, en especial en el área del Centro Histórico de la urbe, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, en varias construcciones pueden percibirse los arcos poliobulados y mixtilíneos de clara ascendencia musulmana.

‘Sin embargo con el paso del tiempo los maestros criollos llevaron estos arcos a realizaciones más complejas de indudable singularidad’, explica en su artículo el propio especialista.

Entre los espacios exponentes del estilo mudéjar destacan los interiores de la iglesia Santa Ana, cuya edificación se remonta a finales del siglo XVII, además de interiores de inmuebles donde se pueden apreciar los arcos de herradura, el arco mixtilíneo, además de la presencia de azulejos que imitan la técnica de alicatado.

La cultura de la mayor de las Antillas, especialmente en esta ciudad distante 540 kilómetros al este de La Habana, además de elementos arquitectónicos asumió una serie de vocablos árabes como alacena, alfarda, alfarje, alfarería, azulejo, aljibe, alcoba, adaraja y adobe.

FuenteFidel Alejandro Manzanares - Prensa Latina
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