Antes
de que el sol dé el último rayo sobre el puerto terrestre, Mohamed
Dasuki, quien terminó eligiéndose con 36.064 votos con el aval de
MAIS y ASI, alista su patrullaje con las direcciones de alguna de las
parrandas o reuniones familiares que vecinos hayan denunciado. Todos
en Maicao se conocen y antes de la pandemia frecuentaban los cultos
colectivos en la segunda ciudad de La Guajira, donde impera la
religión musulmana a la que también pertenece el alcalde, pensó
que esto le facilitaría los controles. Pero no ha sido así, el
contagio lleva multiplicándose desde el 28 de mayo y ya alcanza los
373 contagios y 13 fallecimientos. Una situación calamitosa que
acaba de obligar a declarar la alerta roja.
Junto a los
funcionarios de alcaldía, un policía y sus escoltas, el propio
Dasuki empieza a darle vueltas al municipio de cerca de 160 mil
habitantes entre indígenas wayuu, zenú, una gran colonia de
musulmanes, guajiros y venezolanos. Cuando llega a cada casa obliga a
apagar la música y disolver la reunión mientras da un duro regaño
a los descuidados sin tapabocas y graba un corto de vídeo en
Facebook para rematar.
Mohamad
Jaafar Dasuki Hajj o el turco Dasuki, como le conocen en Maicao, es
el tercero de seis hijos que tuvieron los libaneses Mahmud Dasuki y
Ramzieh Hajjal establecerse en este municipio cuando era la vitrina
comercial de Colombia. La familia del alcalde migró desde Jebjannin
en Líbano hasta Colombia a finales de 1948 y entraron por el muelle
de Puerto Colombia sobre el Atlántico. Los primeros parientes se
habrían dedicado a vender objetos de pueblo en pueblo. Fieles a sus
raíces, Mohamad Dasuki, su esposa y sus cinco hijos practican el
islam y asisten sin falta cada viernes a la mezquita Omar Ibn
Al-Jattab, la primera en construirse en Colombia con arquitectura
árabe.
La primera vez que el nombre de Mohamad Dasuki sonó
en la política fue en 2012 cuando llegó a la asamblea
departamental, respaldado por el partido de la U cuando aún tenía
fuerte influencia el ex presidente Álvaro Uribe. Pero sobre todo
logró hacerse del apoyo de asociaciones de comerciantes con las que
había estrechado lazos cuando era dueño de un almacén de calzado.
Desde su silla como diputado, Dasuki le hizo oposición al poderoso
clan de Kiko Gómez y denunció la corrupción en obras de
infraestructura y la desnutrición de niños indígenas.
Pero
su paso por la asamblea no le dio los votos suficientes para llegar
en 2015 a la Alcaldía de Maicao. Mohamad Dasuki pasó una dura
campaña, pues aunque tenía el espaldarazo del congresista de la U
Alfredo Deluque, de los comerciantes y la colonia árabe, tuvo que
sortear señalamientos de EEUU contra los libaneses en
Colombia.
Después de la separación del partido de la U con
el ex presidente Uribe y con su derrota a cuestas, Mohamad Dasuki
decidió abrirse de la colectividad. Y aunque nunca frenó alianzas
con el congresista Deluque, volvió a aspirar a la alcaldía esta vez
con el apoyo de AIS y MAIS a nombre de la Coalición El Verdadero
Cambio.