Cuando salía de una de las jornadas de la convención del Círculo Islámico de América del Norte, el pasado domingo 21 de abril en Washington DC (EE. UU.), Shaymaa Ismaa’eel se encontró de frente con un grupo de islamofóbos.
Las personas portaban carteles y arengaban contra el islam. “El islam es una religión de sangre y muerte”, se leía en uno de los afiches. “Se van a ir al infierno”, decían.
Ismaa’eel, una musulmana de 24 años y quien había notado la presencia del grupo días antes, quiso actuar, responderles. Pero lo hizo con amabilidad: se puso delante de los manifestantes, se agachó, sonrió de oreja a oreja, se tomó una foto y la publicó en su cuenta de Instagram.
“La amabilidad es una marca de fe. Los que no son amables no tienen fe», escribió la joven en la red social, citando una frase del Profeta Muhammad.
Ella aseguró que las posiciones de estos individuos no representan a la mayoría de la sociedad norteamericana, que no apoya las posturas radicales en contra del Islam.