La fuerte explosión emocional provocada por la muerte violenta del joven Nahel, de 17 años y origen argelino, tiroteado con frialdad por un policía en Nanterre, se siente incluso al otro lado del Mediterráneo, en Argel, donde suscita asombro y pavor.
Cabe destacar que el policía, autor del tiroteo fatal, fue puesto en prisión preventiva el jueves 29 de junio, tras ser imputado por “homicidio doloso”.
En el país de origen del adolescente, tanto dentro de la población como en la cima más alta del Estado, la consternación es inmensa. La trágica desaparición de Nahel, en plena juventud, arrojó un oscuro velo de tristeza sobre toda Argelia.
Si bien sus primeros pensamientos se dirigen a la joven víctima de esta terrible tragedia, el gobierno argelino, como se hizo eco de los servicios de prensa del país, mostró inmediatamente su compasión por la madre y los familiares afligidos del fallecido, mientras expresaba al Estado francés su profunda emoción teñida de inquietud.
Así, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Comunidad Nacional en el Extranjero de Argelia indicó, en un comunicado de prensa oficial, seguir con “gran atención” la evolución del caso de la “brutal y trágica desaparición del joven Nahel en Francia”, diciendo que estaba “sorprendido y horrorizado”.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores y Comunidad Nacional en el Exterior ha tomado conocimiento con consternación de la brutal y trágica desaparición del joven Nahel y de las particularmente inquietantes circunstancias en que se produjo”.
Tras expresar “su muy sentido pésame a la familia del fallecido”, aseguró que “su luto y su dolor son ampliamente compartidos en Argelia”. El ministerio argelino dijo “confiar en que el Gobierno francés asuma plenamente su deber de protección, preocupándose por la paz y la seguridad que nuestros nacionales deben disfrutar en su país de acogida”.