En una Argelia afligida, que se lame las heridas y llora a sus muertos al final de un nuevo verano, el recuerdo conmovedor de Dounia Bouhalassa y el heroico rescate de decenas de niños que realizó en el corazón de la localidad de El Kala, transformada en una gigantesca hoguera incandescente, nunca caerá en el olvido.
Más allá de las devastadoras llamas que, lamentablemente, le resultaron fatales, el recuerdo sobrecogedor de la joven scout de 19 años y su extraordinario acto de valentía sigue muy vivo casi dos semanas después de la tragedia. Nada lo borrará, pues ha quedado profundamente grabado en la memoria y en el corazón de los argelinos desde el nefasto miércoles 17 de agosto.
Mientras su dulce rostro, cuyos ojos se han cerrado para siempre, es ahora familiar para todos los argelinos, los homenajes vibrantes se multiplican en todo el país, todos saludando con emoción el valor admirable, casi sacrificado, que ha demostrado a una edad tan joven. A la edad de todas las posibilidades, cuando es demasiado pronto para morir.
Se suponía que iba a ser un agradable paseo de un día en el parque local, pero un infierno de fuego encontró a la líder exploradora del regimiento El Irshad de Constantina y a los 68 niños de los que era responsable.
Mostrando una compostura notable y un sentido del deber, Dounia Bouhalassa, plenamente consciente de la tragedia que se estaba desarrollando, luchó valientemente contra la cortina de llamas que se alzaba ante ella y el espeso humo tóxico asumiendo todos los riesgos. Su único objetivo era salvar a los 68 niños de una muerte segura, a riesgo de su propia vida.
Gravemente quemada, la heroína de la wilaya de El Karf logró cumplir la hermosa y noble misión que se había asignado a sí misma, antes de librar, durante cinco largos días de sufrimiento, la última lucha de su corta existencia: la de su supervivencia en un hospital de Constantina. Desgraciadamente, esta vez, Dounia Bouhalassa terminó por perder la batalla. El anuncio de su muerte suscitó una inmensa consternación y una infinita tristeza al otro lado del Mediterráneo.
La fuerte onda expansiva emocional se extendió a las redes sociales, donde muchos internautas argelinos, con el corazón apesadumbrado, se inclinaron ante la memoria de una “joven que murió como una heroína”, mostrando “el respeto, la admiración y el eterno reconocimiento de toda la nación”. Uno de ellos escribió este hermoso elogio: “Dounia hizo el más hermoso de los sacrificios para salvar la vida de decenas de niños. Ella le dio a todo el país una lección de coraje y humanismo. Nada puede aliviar el dolor de su familia y seres queridos, pero pueden estar orgullosos de ella. Esta chica es una heroína”.
La mártir de los incendios será homenajeada a título póstumo por orden del presidente argelino, Abdelmayid Tebún.