Fuerzas militares de Nigeria atacaron el martes 30 de octubre a manifestantes musulmanes de la rama shií con un saldo de víctimas mortales aún sin precisar por las autoridades, aunque podrían llegar al centenar.
La movilización fue convocada por el local Movimiento Islámico de Nigeria, que integra a tres millones de fieles, en demanda de la liberación del clérigo y líder de esa organización Ibrahim Zakzaky, preso desde diciembre de 2015 durante choques similares.
Testigos del lugar aseguraron que los militares abrieron fuego contra los musulmanes que participaban en una procesión con motivo del Arbaín en Zuba, en el área de Gwagwalada, en la capital, Abuja,
Muchos de los militantes eran miembros del Movimiento Islámico de Nigeria, que ha sufrido una dura represión del gobierno en los pasados tres años.
El shiísmo o islam shií, profesado por alrededor del 15 por ciento de los 1.600 millones de musulmanes del planeta, es junto al sunnismo una de las principales ramas de esa religión. Nigeria integra la mayor comunidad shií de África con más de ocho millones.
“El Movimiento condena con vehemencia la acción de los agentes de seguridad, como injustificada, ya que la marcha ha sido pacífica», dijo la declaración, y agregó: “De hecho, la procesión fue rodeada y los soldados abrieron fuego contra los pacíficos manifestantes sin que mediara provocación alguna”.
Un portavoz del MIN alegó que la policía y las fuerzas de seguridad recurrieron a la violencia extrema, lo que llevó a los manifestantes a lanzar piedras a los soldados para defenderse.